martes, 25 de abril de 2017

Saltaré sobre el fuego de Wislawa Szymborska

Como ya avisé, el domingo no pude actualizar el blog, y como prometí, hoy martes lo hago. Y voy a escribir sobre poesía… En menudo lío me meto, pues no soy para nada una entendida, así que todo lo que voy a decir se basa en mis percepciones y en mis emociones. Mientras leía Los chicos del calendario y mi actual lectura (Legado en los huesos) he ido intercalando otro libro, Saltaré sobre el fuego de Wislawa Szynborska (si tuviera que pronunciarlo, no podría).

Título: Saltaré sobre el fuego
Portada del libro
Autor: Wislawa Szymborska
Ilustraciones: Kike de la Rubia
Editorial: Nórdica Libros
Año: 2015 (reimpresión 2016)
Páginas: 142
Género: poesía 

Sinopsis:
Este libro recoge una pequeña selección de la obra poética de Wislawa Szymborska, la poeta más sobresaliente de su generación y una de las más importantes de la Literatura Universal. En estos versos maravillosos nos encontraremos con una actitud ante la vida y ante la realidad no tanto vigilante como despierta, curiosa; alegre y positiva, incluso al enfrentarse a las zonas de sombra.

Mi Opinión:
Este texto fue un regalo de Navidad que le llegó a mi pareja, pero a él no le gusta mucho leer, y menos poesía, así que, al final, lo he leído yo. Se trata de una recopilación de poemas de esta autora polaca de la que yo jamás había oído hablar, pero que sin duda es importante, puesto que en 1996 recibió el Premio Nobel de Literatura por el conjunto de su obra.
Me enfrenté a él, como ya he dicho, alternándolo con otros libros, pues como ya sabréis si os habéis pasado por mi reseña sobre las Rimas de Bécquer, a mí, leerme un libro entero de poesía me produce un empacho. Mejor poco a poco. Cada noche me leía dos o tres poemas, los asimilaba, y de este modo, he disfrutado mucho más de la lectura.
No voy a mentir, algunos de ellos me han dejado totalmente indiferente, ya que no logré captar su profundidad, pero en su mayoría me han gustado. Se tratan temas cotidianos, cercanos, y otros más abstractos (la debilidad humana), desde un punto de vista original. Por ejemplo, en más de un poema, da vida a lo inanimado, a los sentimientos y a las cosas; y en otras ocasiones trata temas profundos (azar, muerte), pero sin especificar de lo que habla, el lector lo intuye.
He de señalar que no estoy muy de acuerdo con la sinopsis que se nos ofrece del libro en la contraportada, a mí me parece más bien una visión pesimista de la vida. Bueno, igual más que pesimista, tal vez desengañada.
Algunos de los poemas me han llamado más la atención. Nacido habla de la madre de su pareja de una manera especial y diferente, habla de la creación de él en ella, como él es algo que formó parte de su madre, algo en lo que nunca nos pararíamos a pensar. Y es que la madre lo hizo y estuvo con él antes que todos los demás:
“Ella misma lo atrapó
en una piel que conozco,
lo ató a unos huesos
escondidos ante mí”
También me impresionó El ocaso del siglo, pues habla del progreso, de la forma en la que hemos avanzado. Y en ningún aspecto es lo que debería haber sido, al revés, hemos ido hacia atrás. Relacionado de algún modo con el tema, está El odio, que deja claro que esta emoción siempre ha pervivido a lo largo de los siglos. Y por desgracia, tiene razón, a lo largo de los años y en los distintos lugares, el odio ha existido, existe, y existirá.
En Para escribir un currículum pone de relieve como cuando escribimos uno, realmente ponemos sobre el papel aquellos datos de nosotros que no son significativos, que no dicen para nada lo que somos de verdad, nuestra esencia. Y al final, el currículum acaba triturado (pesimista, como he dicho antes).
Como a mí me encantan los animales Un gato en un piso vacío me gustó y me dio pena, pues cuenta cómo el gato se siente perdido porque su amo se ha ido, él nota que algo ha cambiado, pero mantiene la esperanza de que regrese con él.
Por último, uno que no me ha gustado: Prospecto. Aquí critica a la gente que usa tranquilizantes. A nadie le gusta tomar medicación, aunque a veces, es necesaria, por mucho que nos duela. No hay nadie que sufra más que el que tiene que tomarlos, así que me parece una crítica vana, injusta. Bastante incomprensión hay con ciertas enfermedades, como la ansiedad y la depresión, como para sancionar que algunos tengan que poner medios químicos. A veces es preciso ese primer paso para tener fuerzas para poder cambiar de actitud.
Dejando de lado estas filosofadas mías, en cuanto a las ilustraciones, son bonitas en general, pero en ocasiones me ha parecido que no tenían nada que ver con los poemas, y yo creo que para que el libro quedara redondo, tendrían que ir unidas.
Lo que más me ha gustado es la forma de expresarse que tiene la autora. Es una poesía sencilla, pero a la vez profunda. En general se entiende muy bien (hay excepciones). La edición, por otro lado, es muy bonita, muy limpias las hojas, para nada sobrecargadas, lo que facilita la lectura.
Lo que menos, pues las pocas que no he comprendido. Y lo que he dicho de las ilustraciones, que a veces no se corresponden con las palabras.
Antes de los poemas hay una introducción que habla del espíritu de lo que se recoge en el libro y de la autora. Al final, están las composiciones en su idioma original, como comprenderéis, esa parte no me la he leído.
Recomiendo el libro para aquellos que les guste la poesía. También para los que, como a mí, no es nuestro género favorito, pero disfrutamos de él en pequeñas dosis. Si os decidís a leerlo ya me contaréis. Y si conocéis algún texto de este estilo que creéis que me puede gustar, recomendádmelo sin duda, que yo en poesía ando muy perdida y quiero ponerme al día.

Citas:
“Varias mujeres me sustituyeron/ rápidamente/ en aquellas prisas”
“Que la gente que no conoce un amor feliz/ afirma que no existe un amor feliz en ningún sitio/ con esa creencia les será más llevadero vivir, y también morir”.
“No hay nada más bestial/ que una conciencia limpia”.
“Como vivir, me preguntó en una carta alguien/ a quien yo tenía la intención de preguntarle/ lo mismo”.
“La esperanza/ ya no es, por desgracia, esa muchacha joven”.

“Te he sobrevivido suficiente/ y solo lo suficiente/ como para recordar desde lejos”.

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