Hoy me toca hablar de superhéroes.
Primero porque ayer fue el Día Mundial contra el Cáncer, y todos los que luchan
contra esa cruel enfermedad son auténticos superhéroes. Segundo porque anoche
fue la gala de los premios Goya, y los que hacen cine en España son otros
superhéroes. Y no me refiero solamente a los que aparecieron en la televisión
ayer, esa es la cara amable y afortunada. Los rostros menos conocidos (entre
ellos gente con la que he compartido aula durante mis años de universidad) son
los que realmente se merecen ese calificativo. Triste es el dato de que únicamente
el ocho por ciento de los actores pueden vivir de su trabajo. Aunque si
pensamos en los escritores que pueden vivir del suyo… desconozco ese número
pero seguro que es irrisorio y penoso. Pero bueno, cada país tiene lo que se
merece, y nosotros parece ser que nos merecemos poca cultura.
Y por último, y menos importante
(aunque va a ser lo más extenso de la entrada), voy a hablar de uno de mis
superhéroes favoritos: Batman. En concreto del cómic Batman Black and White.
Me compré este libro hace
bastantes años en la feria del cómic de Madrid. En mi primer año de universidad
(en Zaragoza, luego me trasladé a Madrid) tuve una asignatura que abordaba la
imagen, uno de sus apartados trataba sobre las novelas gráficas, y en éste nos
hablaron de este libro de Batman. Mi memoria retuvo el título y al verlo en un stand me lo compré con la ilusión de
leérmelo. Pero no lo hice.
Y es que, por desgracia, no soy
nada aficionada a los cómic, me cuesta meterme en las historietas. No obstante,
este año me había propuesto leerme alguno y he empezado bien. Escogí éste
precisamente porque en cuestión cinematográfica, las películas de superhéroes
son de mis favoritas (sí, es contradictorio con eso de que no me gustan los
cómic, así soy yo), y el Batman de Christopher Nolan simplemente me fascina. Aunque
en cuestión de este personaje de DC sólo la trilogía de Nolan cuenta con mi
admiración. Y mira que Tim Burton es de mis directores favoritos, y mucha gente
opina que la oscuridad de Burton era la adecuada para alguien como Batman, pero
yo discrepo. Burton se inclina por lo esperpéntico, y Batman no lo es. El
Batman que Nolan nos muestra es un hombre atormentado que opta por hacer el
bien, y eso es lo que engancha. Volviendo a lo que nos ocupa, por estos motivos
he empezado mi aventura con las novelas gráficas con este cómic.
Autor: varios
Editorial: Planeta DeAgostini
Año: 2005
Páginas: unas 222 (sin contar las
pinups del final)
Género: cómic, superhéroes
Sinopsis:
El título es simple. El talento
espectacular.
Mi opinión:
Como ya he dicho, no soy una entendida
en cómics precisamente porque he leído pocos. Así que mi visión es la de una
lectora inexperta, pero admiradora de ese superhéroe que, aunque no tiene
poderes salva a Gotham una y otra vez y nos enseña que todos podemos ser héroes
(just for one day, como diría Bowie).
Batman Black and White es una antología de historias cortas sobre
Batman. Narraciones que tenían que cumplir la siguiente premisa: ser en blanco
y negro. Genial para Batman, porque él es el contraste, el individuo que vive a
caballo entre la luz que representa hacer el bien y la oscuridad de su rabia
interna. En la introducción se nos cuentan los problemas que tuvieron para
sacarla adelante Scott Peterson y Marck Chiarello, los encargados del proyecto,
y como cuando se publica es un auténtico éxito ganador de varios premios (en
1997 gana los premios Will Eisner de la industria del cómic a la mejor
antología y a la mejor historia por Héroes,
y en 1998 gana el premio Harvey a mejor álbum gráfico de material ya
publicado). Además se han hecho varios volúmenes de esta serie.
Cuando te enfrentas a este tipo
de libro hay que tener en cuenta que son relatos individuales, el factor “enganche”
que te hace leer y leer no existe, porque son capítulos autoconclusivos
independientes unos de otros. Para mí ha sido como ser testigo del día a día del personaje más misterioso de DC. ¿Qué hace Batman cuando destruye a un supervillano? Pues se ocupa casos
más cotidianos como los que se nos presentan aquí. Son narraciones poco
desarrolladas precisamente porque son cortas, y gracias a esto se lee muy
rápido. Algunas son especialmente simples, otras me resultaban algo
incomprensibles.
Otro aspecto que me ha llamado la
atención es que en muchas de ellas Batman es un secundario, los protagonistas
son las víctimas y los villanos, el héroe sólo aparece al final para
solucionarlo todo o simplemente para arrestar al malo, puesto que el mal ya
estaba hecho. Tampoco se caracterizan por presentar una acción trepidante.
Al principio de cada historia se
da información sobre los creadores, lo que es muy interesante, sobre todo para
los entendidos. También se proporcionan bocetos y al final pinups.
Cuando lees este tipo de cómic
ves la semejanza con el cine, eres capaz de imaginarte las escenas porque los
dibujos son como verdaderos storylines,
puedes vislumbrar cómo sería la película. Y es que es irrefutable que prima la
imagen sobre la palabra, y esa fuerza visual es inmensa. Algunos de los dibujos
son espectaculares, como los de Un tipo
inocente de Brian Bolland (aunque la historia no me llamó especialmente), o
como Monstruos en el armario de Kevin
Nowland y Jan Strnad. Otros me recuerdan al arte pop como Atraco de Matt Wagner, que parece hecho con la técnica de
puntillismo.
Hablando del argumento, la
historia que más me ha gustado es Heroes
de Gary Gianni y Archie Goodwin. La trama es más compleja, te quedas con ganas
de que la extiendan más. También me gustó Pequeños
crímenes, creo recordar que un capítulo de la serie Gotham trataba este tema: un hombre que asesina a gente por actitudes
cotidianas que son realmente molestas. Precisamente por preservar la buena
educación se cometía un crimen atroz. Habla de la pérdida de valores, de las
pequeñas injusticias. También está muy bien La
trompeta del diablo, con ciertos tintes sobrenaturales.
Son curiosas otras como Tal para cual, donde aparece Dos Caras,
o Un mundo en blanco y negro, donde
Batman y el Joker están haciendo un casting para ser personajes de cómic y se
quejan de lo complicado del este mundo.
Lo más reseñable (aparte de las
historietas que he nombrado) son los asombrosos dibujos, y que siempre se conserva
el espíritu de Gotham. Queda claro que todos los autores son admiradores de
Batman y lo tratan con sumo respeto. Y por supuestísimo el ya nombrado
conflicto interior del personaje, lo que hace que este superhéroe para mí, sea de
los mejores.
Lo que menos me ha agradado es
que la traducción no es muy buena, hay fallos, además de algún loísmo. Y que al
estar en blanco y negro vas dejando los dedos marcados al tocar el libro en el
negro, y eso me irritaba. Pero bueno, la esencia del libro es que esté en
blanco y negro, así que no tiene solución. Y, por último, que no aparecen
muchos villanos conocidos, o al menos no con el protagonismo que se merecen.
Conserva ese tono moralizante típico
de las historias de superhéroes, eso de que hay que eliminar el mal y que hay
que actuar correctamente. Eso de que Batman nos salvará a pesar de que la
corrupción predomine en la ciudad, pues no se pueden sacrificar almas puras por
unas cuantas descarriadas. Se critican aspectos políticos y sociales, hay un
relato que referencia claramente el uso de menores para el crimen.
Como curiosidad diré que aparece
nombrado Donald Trump, un personaje le dice a Batman: “¿Quién eres Donald
Trump, Bruce Wayne?” En mi opinión, mejor nos iría si fuera Bruce Wayne el
presidente de Estados Unidos actual.
Como conclusión confesaré que
empecé a leer algo escéptica, pero que poco a poco le fui cogiendo gusto al
cómic. Aun así, creo que este libro en concreto está pensado para personas
aficionadas a este mundo, que conocen sus entresijos, pues ellos son los que
van a gozar de las curiosidades que presenta. Sin duda una edición para
coleccionistas.
Citas:
“El colapso de la educación es el
prefacio al colapso de la educación”
“Todos los dibujantes de cómic
tienen un personaje favorito que siempre han querido dibujar. A algunos les
encantaría dibujar una historia de Superman, otros siempre han querido dibujar
a Spiderman desde que eran pequeños. Lo curioso es que todos los dibujantes
quieren dibujar a Batman. Lo complicado es cuando llega el momento de sentarte
y tienes que dibujar al personaje más enigmático de los cómics. Es el momento
de la verdad, ¿cuál es tu versión?”
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